La excelencia operativa va más allá de la reducción de costos y las mejoras de procesos hacia el logro de un crecimiento sostenible a largo plazo. Es una mentalidad que adopta ciertos principios y herramientas para crear una cultura de excelencia dentro de una organización. La excelencia operativa significa que cada empleado puede ver, entregar y mejorar el flujo de valor a un cliente.

Los viejos enfoques intuitivos y de prueba y error para mejorar el rendimiento son demasiado lentos y propensos a errores para ofrecer algo parecido a lo gratuito, perfecto y ahora. La única esperanza para cualquier empresa ha sido adoptar métodos y herramientas para simplificar, racionalizar y optimizar el rendimiento. Los líderes empresariales o propietarios de empresas deben comprender en qué etapa se encuentra la empresa; este es el cronograma de madurez de la excelencia empresarial. La Evaluación de Madurez (BEMA) brinda a las empresas información clave sobre cómo se comparan sus operaciones con las mejores de su clase.

Una vez que sabemos si el negocio se encuentra en etapa Reactiva , Proactiva o Predictiva , debemos enmarcar una estrategia alineada a su Visión y Misión considerando el Propósito de la empresa, su Gente (cultura) y los Procesos centrales a mejorar. El propósito debe estar alineado con la gente. Las personas necesitan involucrarse con los Procesos, y los Procesos deben Mejorar, el resultado: Excelencia Empresarial .